De la autoría de Manuel Calvo
Hernando (Extracto, ideas relevantes para esta Travesía Metodológica)
1. Ante todo, tendrá
conciencia de su altísima misión: poner al alcance de la mayoría el patrimonio
científico de la minoría. Defenderá en sus escritos, sus palabras o en sus
imágenes el derecho de todo ser humano a participar de la sabiduría y a
integrarse en la cultura y en la civilización, que les mantendrá unidos en un
saber común.
2. El divulgador de la
ciencia pondrá todo su esmero en difundir los descubrimientos y los hallazgos,
situándolos en su propio marco, valorando su importancia para la humanidad.
3. En cuanto a la ciencia
pura, subrayará el hecho de que sin ella no hay progreso ni ciencia aplicada, y
expondrá la dignidad y la nobleza de este empuje de que hay de más sagrado en
el hombre: la necesidad de saber y de orientarse.
4. Combatirá, con todos
los medios a su alcance, la desconfianza de las personas hacia la ciencia.
5. Tratará de crear
conciencia pública de la importancia de la investigación científica, de la
necesidad de que participemos todo en esta nueva revolución universal, de la
rentabilidad de la investigación científica y de la urgencia de una cooperación
más eficaz por parte del Estado, de los sectores productores y de los
servicios, empresarios y financieros y, en suma, de la sociedad toda.
6. Insistirá, una y otra
vez, en que la ciencia es cada día menos una aventura personal y, cada día más,
una vasta empresa colectiva que necesita hombres, medios y un ambiente
favorable.
7. Tratará de hacer ver
al público el hecho de que, a pesar de lo que pueda parecer a los ojos del
profano, la investigación científica no es algo misterioso, secreto ni terrorífico,
sino una obra de sabiduría, de razón, de paciencia, de tenacidad, y sobre todo,
de ilusión.
8. Denunciará la
superchería de las falsas ciencias, que en muchas zonas de la humanidad siguen
constituyendo obstáculos muy serios al desarrollo. Conviene combatir a sus
equivalentes en otras ramas del conocimiento o de la actividad humana.
9. Tratará a la ciencia
con respeto; pero con familiaridad, poniendo el acento en la simpatía y en los
aspectos humanos del científico.
10. Y sobre todo, el
divulgador lo presentará del modo más sugestivo posible, para llegar al mayor
número de lectores, de oyentes o de espectadores.
(Citado por ERAZO Pesantez, María de los Ángeles, Comunicación, Divulgación y Periodismo de la Ciencia , Editorial
Planeta, Ecuador, 2007, pp. 47
a 49.)