23 octubre 2015

La mediación en el divorcio

Guadalupe Ramona Salas Llamas
@guadalupesalla


“Todo conflicto implica un cambio, y todo cambio implica una solución”

La familia ha cambiado y mucho tanto que más que hablar de la familia en singular debemos de hablar de las familias en plural, puesto que en nuestra sociedad tenemos una compleja, rica y creciente variedad de unidad de familia nuclear compuesta por padre, madre e hijos,  conviviendo juntos y de manera intacta en un mismo domicilio, pero han ido apareciendo y aumentando formas familiares diferentes como familias con un solo adulto en el hogar debido, en gran parte al creciente número de separaciones y divorcios familias monoparentales, en ocasiones por elección de una madre que no desea pareja, familias de ansíanos o con ansíanos,  familias recompuestas formadas con miembros de anteriores uniones que se han separado, familias compuestas de un mismo sexo, todas estas familias han ganado o están en proceso de ganar legitimidad social y un marco jurídico que corresponde a la aceptación de estas familias,  convirtiéndose en familias en el pleno sentido de la palabra.
Al mismo tiempo que se han diversificado las diferentes formas familiares, se han hecho más complejas sus dinámicas y roles dentro de la familia y con el resto de las instituciones sociales. Nuestros abuelos Vivian en una sociedad en las que tenían bien establecidos sus roles, mucha más definidos de los que se tienen actualmente en nuestras familias, la autoridad parental deriva esencialmente del padre o de la madre y no se cuestionaban por que ellos eran los que disponían de la información siendo ellos los que mediaban en este grupo.
Hoy esta función parental de mediación con el entorno se ha difuminado, los jóvenes desde muy pequeños dispones de gran cantidad de información gracias los modernos medios de comunicación,  por primera vez los  jóvenes de nuestras familias  tienen mayores conocimientos y dominio de los instrumentos electrónicos para acceder la información. La autoridad en las familias ya no es incuestionable y los valores y normas que las rigen deben justificarse para que sean aceptadas.
Los cambios han podido hacer perder a la familia actual algunos valores, pero lo cierto es que le han permitido ganar muchos otros, cuando una familia atraviesa por un conflicto o una crisis matrimonial en donde alguno de las partes decide acudir a la mediación para establecer las bases del divorcio es cuando el mediador o mediadora inicia una tarea de redefinición de esos conflictos, procurara el mediador o mediadora que aparezcan redefiniciones dentro de su propia cabeza, puesto que visualizar a las partes en su contexto y especialmente dirigirlos a la formulación de la hipótesis sobre posibles soluciones que consideren positivas encaminándolos a soluciones que perduren y que sean comprometidos a cumplirlas, esto les ayudara a tener un conflicto solucionado,  pero sobre todo se debe e buscar que conserven una relación sana para la convivencia con los hijos, para esto el mediador o la mediadora debe tener la capacidad para visualizar el problema que genera la separación o ruptura dela relación de pareja. Resulta importante saber quién es un mediador o mediadora,  es una persona capacitada profesionalmente para ayudar a las partes en un conflicto.  
Claro que si el mediador o la mediadora por su experiencia o profesión se da cuenta de que la definición del problema remite a una causa que, además es in solucionable va a ser difícil que la situación cambie y que la mediación progrese,  pero lo cierto es que los que son honestos saben que no es posible estar seguros sobre la relación causa- efecto en el terreno de lo humano la casualidad es lineal o circular mono-compuesta o pluricompuesta son situaciones que no tienen una respuesta única ni siquiera en el terreno de las ciencias duras, por ejemplo si la separación se da por que alguno de los padres no da alimentación para los hijos esto tiene solución, pero si la ruptura se da por infidelidad por laguna de las partes difícilmente habrá una solución,  es por ello que el mediador debe ser capacitado en el área de derecho de familia y tener la capacidad de redactar un convenio en donde cubra todas las necesidades de los hijos, así como los aspectos de la convivencia con los hijos, los periodos vacacionales, la custodia y patria potestad, los alimentos, el vestido y calzado, estos por mencionar los más importantes.
Conclusiones

Considero que cuando una pareja acude a un despacho de abogados con un problema familiar en donde sus futuros clientes van ya predispuestos a un divorcio, el abogado debe de actuar con ética, y si el problema es solucionable y la ruptura se basa en malos hábitos o falta de cumplimiento de las obligaciones filio paternales, debería el abogado derivarlos a un centro de mediación para que esta pareja y familia resuelvan su conflicto, y si el mediador encontrara una solución para rescatar a la pareja los derive a recibir atención psicológica. Realmente si el abogado tomara consciencia y no procediera inmediatamente con el divorcio estaría abonando a tener familias enteras y reconstruidas, donde los únicos beneficiarios serían los hijos y me refiero a los hijos en la edad que se encuentren puesto que el divorcio afecta a los hijos de cualquier edad.