13 agosto 2016

La transexualidad

Benjamín Alfonso Ruiz Morales
@benjaminruiz01

Aunque mi estudio se sitúa en el Estado de Jalisco,  la mayoría de las lecturas proviene de los Estados Unidos, El que la mayoría de la información sobre la transexualidad se produzca en Estados Unidos se debe al fenómeno que Bolívar Echeverría (2008) nombró “la americanización de la modernidad, ya que sostiene que el conjunto de la vida económica, social y política en el último medio siglo tiene una tendencia principal de desarrollo, definida por la versión dominante en la modernidad americana. Lo que distingue a la modernidad “americana” del XX, de la modernidad europea del XIX, su rasgo peculiar, es que parece estar en disposición total o irrestricta a asumir el hecho del progreso.
La medicalización, tanto con la endocrinología como por la vía de las nuevas técnicas de la cirugía reconstructiva. Echeverría señala que en Estados Unidos, la aceleración de los cambios que su productivismo introduce en la vida práctica y en la realidad social supera cualquier límite. Así, la forma “americanizada” de tratar la transexualidad se presenta como un progresismo que, llevado al extremo, globalizado y omnipresente, inunda desde todos lados el mercado mundial.
Estados Unidos se convierte, en pocos años, en el centro intelectual del debate sobre la identidad de género y el núcleo promotor de los protocolos y tratamientos al respecto.
Ese es precisamente el caso con la investigación sobre el tratamiento médico de la transexualidad (la llamada “cirugía de reasignación de sexo”) que alentó la Erikson Educational Foundation, una institución creada por una persona transexual y bajo cuyos auspicios se fundó la instancia reguladora de la transexualidad a nivel mundial: la Harry Benjamin International Gender Dysphoria Association (que cambiará de nombre a partir de 2006 por The World Professional Association for Transgender Health, WPATH). Esta organización marcó mundialmente la comprensión y el abordaje terapéutico de la transexualidad
Esta información de carácter internacional la complementé mediante entrevistas con los médicos especialistas, aquí en Jalisco. El discurso de estos profesionales está basado en el tratamiento de las personas diagnosticadas con “trastornos de identidad de género”. Este documento, de referencia internacional, ha sido la base principal en las reglamentaciones para la regulación legal de la transexualidad en muchos países y sigue siendo utilizado por los profesionales que tratan a personas trans (psiquiatras, psicólogos, endocrinólogos y cirujanos reconstructivos). Mi objetivo en esas entrevistas fue el de conocer su concepción de la transexualidad y, más concretamente, la perspectiva del proceso terapéutico con el cual desarrollan su “acompañamiento” a las personas transexuales. En el transcurso de dichas entrevistas traté de que fluyera de manera propicia la interacción para conocer su forma de concebir la transexualidad y su abordaje terapéutico. Las entrevistas a los terapeutas duraron entre una hora y media y dos, y las estructuré evitando plantear mi cuestionamiento a la ausencia de una perspectiva psicoanalítica de manera de no generar polémica. Traté de abarcar la presentación de su trabajo, sus ideas sobre la transexualidad, el tipo de tratamiento que ofrecen a las personas trans y su visión sobre las voces del activismo trans que critican la patologización de la transexualidad.
La investigación bibliográfica me sirvió para comprender el lenguaje codificado de las personas trans (“pasar”, transicionar, etc.), ubicarme en la oferta terapéutica y lograr un conocimiento intelectual sobre ciertos problemas de la condición transexual. Acceder a las historias personales de mis informantes me permitió vislumbrar sus dilemas existenciales, desde los obstáculos que surgen en torno a su abordaje terapéutico hasta la importancia de ciertas problemáticas, como la jurídica. Me resultó útil contrastar la interpretación intelectual que encontré en los libros y artículos con las palabras de mis informantes y comprobé que la información extraída en contextos de interacción creados específicamente para la investigación (las entrevistas) concuerda en lo esencial con las reflexiones publicadas por especialistas.
El fenómeno de la transexualidad es multicausal, y explorarlo cabalmente requiere de un enfoque multidisciplinario o, para hacer honor al prefijo, transdisciplinario o sea, un abordaje que atraviese diferentes enfoques disciplinarios y que apunte a integrar visiones provenientes del campo de la antropología, la historia, el psicoanálisis, el análisis del discurso, la comunicación y la teoría política. Como la ciencia, los procesos culturales y la subjetividad humana están socialmente construidos, recursivamente interconectados y constituyen un sistema abierto, asumo una postura epistemológica pluralista
Mi objetivo es entender cuál ha sido el proceso histórico y la argumentación conceptual mediante los cuales ante la condición transexual se ha recurrido a “ajustar” a esos seres humanos a la normatividad hegemónica vía hormonación y cirugía.