Guadalupe
Ramona Salas Llamas
@guadalupesalla
“Todo
conflicto implica un cambio, y todo cambio implica una solución”
La
familia ha cambiado y mucho tanto que más que hablar de la familia en singular
debemos de hablar de las familias en plural, puesto que en nuestra sociedad
tenemos una compleja, rica y creciente variedad de unidad de familia nuclear
compuesta por padre, madre e hijos,
conviviendo juntos y de manera intacta en un mismo domicilio, pero han
ido apareciendo y aumentando formas familiares diferentes como familias con un
solo adulto en el hogar debido, en gran parte al creciente número de
separaciones y divorcios familias monoparentales, en ocasiones por elección de
una madre que no desea pareja, familias de ansíanos o con ansíanos, familias recompuestas formadas con miembros
de anteriores uniones que se han separado, familias compuestas de un mismo
sexo, todas estas familias han ganado o están en proceso de ganar legitimidad
social y un marco jurídico que corresponde a la aceptación de estas
familias, convirtiéndose en familias en
el pleno sentido de la palabra.
Al
mismo tiempo que se han diversificado las diferentes formas familiares, se han
hecho más complejas sus dinámicas y roles dentro de la familia y con el resto
de las instituciones sociales. Nuestros abuelos Vivian en una sociedad en las
que tenían bien establecidos sus roles, mucha más definidos de los que se
tienen actualmente en nuestras familias, la autoridad parental deriva
esencialmente del padre o de la madre y no se cuestionaban por que ellos eran
los que disponían de la información siendo ellos los que mediaban en este
grupo.
Hoy
esta función parental de mediación con el entorno se ha difuminado, los jóvenes
desde muy pequeños dispones de gran cantidad de información gracias los
modernos medios de comunicación, por
primera vez los jóvenes de nuestras
familias tienen mayores conocimientos y
dominio de los instrumentos electrónicos para acceder la información. La
autoridad en las familias ya no es incuestionable y los valores y normas que
las rigen deben justificarse para que sean aceptadas.
Los
cambios han podido hacer perder a la familia actual algunos valores, pero lo
cierto es que le han permitido ganar muchos otros, cuando una familia atraviesa
por un conflicto o una crisis matrimonial en donde alguno de las partes decide
acudir a la mediación para establecer las bases del divorcio es cuando el
mediador o mediadora inicia una tarea de redefinición de esos conflictos,
procurara el mediador o mediadora que aparezcan redefiniciones dentro de su
propia cabeza, puesto que visualizar a las partes en su contexto y
especialmente dirigirlos a la formulación de la hipótesis sobre posibles
soluciones que consideren positivas encaminándolos a soluciones que perduren y
que sean comprometidos a cumplirlas, esto les ayudara a tener un conflicto
solucionado, pero sobre todo se debe e
buscar que conserven una relación sana para la convivencia con los hijos, para
esto el mediador o la mediadora debe tener la capacidad para visualizar el
problema que genera la separación o ruptura dela relación de pareja. Resulta
importante saber quién es un mediador o mediadora, es una persona capacitada profesionalmente
para ayudar a las partes en un conflicto.
Claro
que si el mediador o la mediadora por su experiencia o profesión se da cuenta
de que la definición del problema remite a una causa que, además es in
solucionable va a ser difícil que la situación cambie y que la mediación
progrese, pero lo cierto es que los que
son honestos saben que no es posible estar seguros sobre la relación causa-
efecto en el terreno de lo humano la casualidad es lineal o circular
mono-compuesta o pluricompuesta son situaciones que no tienen una respuesta
única ni siquiera en el terreno de las ciencias duras, por ejemplo si la
separación se da por que alguno de los padres no da alimentación para los hijos
esto tiene solución, pero si la ruptura se da por infidelidad por laguna de las
partes difícilmente habrá una solución,
es por ello que el mediador debe ser capacitado en el área de derecho de
familia y tener la capacidad de redactar un convenio en donde cubra todas las
necesidades de los hijos, así como los aspectos de la convivencia con los
hijos, los periodos vacacionales, la custodia y patria potestad, los alimentos,
el vestido y calzado, estos por mencionar los más importantes.
Conclusiones
Considero
que cuando una pareja acude a un despacho de abogados con un problema familiar
en donde sus futuros clientes van ya predispuestos a un divorcio, el abogado
debe de actuar con ética, y si el problema es solucionable y la ruptura se basa
en malos hábitos o falta de cumplimiento de las obligaciones filio paternales,
debería el abogado derivarlos a un centro de mediación para que esta pareja y
familia resuelvan su conflicto, y si el mediador encontrara una solución para
rescatar a la pareja los derive a recibir atención psicológica. Realmente si el
abogado tomara consciencia y no procediera inmediatamente con el divorcio
estaría abonando a tener familias enteras y reconstruidas, donde los únicos
beneficiarios serían los hijos y me refiero a los hijos en la edad que se
encuentren puesto que el divorcio afecta a los hijos de cualquier edad.